Vivienda unifamiliar en Viladecans (Barcelona)

La casa se organiza a través de dos alas situadas paralelas a las calles Llessamí y Lliri que protegen un patio interior orientado a Sur alrededor del cual gira todo vivienda
La fuerte pendiente del terreno provoca un cambio en la percepción de escala. Desde el exterior sólo son visibles las dos plantas superiores quedando oculto el contacto del edificio con el terreno como si fuera un barco anclado en la calle. Desde el patio interior las dos alas tienen tres plantas de altura, creando un espacio de escala similar a la de una pequeña plaza urbana.

La geometría de la vivienda maximiza el número de estancias con dos orientaciones, favoreciendo el soleamiento y la ventilación cruzada
Se ha incorporado un sistema de recuperación de aguas de lluvia para regadío y cisternas de los inodoros.
La cubierta, en contraste con la intimidad del patio interior enterrado, es una gran terraza con vistas al paisaje de alrededor.

Las fachadas del edificio están basadas en criterios de diseño opuestos . La fachada de la calle Fivaller tiene un carácter urbano se organizan con un único tipo de apertura en balconera de 1,6 m. de ancho x 2.3 m de alto que marca el ritmo general de la composición sobre el que van variando dos tipologías según los balcones son enrasados o bien tienen una profundidad de 45 cms. La fachada posterior se ha regido por criterios de composición más abstractos introduciendo una apertura continua horizontal a lo largo de toda la fachada.
La fachada está aislada con sistema SATE